miércoles, 4 de abril de 2012

Período Clásico: MAYAS



Las características del  período clásico
El florecimiento de las culturas del período clásico se produjo, aproximadamente, del 200 al 900 e íntimamente ligado con las condiciones locales del lugar donde emergían. Son culturas, pues, regionales y de fuerte personalidad, son fácilmente reconocibles y suficientemente diferenciadas dentro del legado cultural precolombino. Su origen se halla en los centros ceremoniales del período preclásico, que luego crecen en tamaño y complejidad. De tal modo, que a las características propias suman otras, se transforman en centros administrativos y residencia del aparato estatal.
Debido al incremento de la población, que en este período verdaderamente se multiplica, la  planificación del centro ceremonial se extiende desde el  área religiosa ceremonial propiamente dicha, hasta la zona profana, lugar de residencia de una poderosa nobleza. Además, el centro ceremonial adquiere la función de centro manufacturero en gran escala y con un artesanado altamente calificado.
En este período, el Estado presenta características bien definidas: es teocrático, monopólico muy estratificado. En este último aspecto, podemos decir que la organización social está compuesta por estamentos sociales inamovibles: una clase alta dirigente con funciones religiosas, políticas y administrativas, constituida por un Jefe al que consideraban descendiente de los dioses fundadores, por los sacerdotes y la nobleza. Y una clase baja, el pueblo productor propiamente dicho, dedicada a la agricultura y que habitaba alrededor del centro ceremonial, en forma no planificada, junto a los campos de sembradío. La clase dirigente,  económicamente parasitaria y numéricamente escasa, detenta todo el poder político; controla, regula y regimenta todo el sistema de producción, que pesa sobre las espaldas del resto de la población y se apropia de sus  beneficios, dejando a los agricultores sólo lo indispensable para su subsistencia.
Esto les permite acumular riqueza y perpetuar sus privilegios, asentados en el temor que infundía su supuesto origen divino sobre el pueblo llano. De eso se valían para exigir periódicamente mayor productividad al sector agromanufacturero, aunque en determinados casos recurrían a métodos compulsivos.
Las funciones del Estado eran múltiples: preservar el orden interno y la defensa ante un peligro exterior; reglamentar la vida social, de acuerdo con las rígidas jerarquías ya enunciadas; y, sobre todo, como único propietario de tierras, organizar la producción de acuerdo con instituciones tribales del período preclásico. Además, planifica y dirige las monumentales obras arquitectónicas y de Ingenrería, templos, palacios, caminos, diques, sistemas hidráulicos, silos, etcétera.
La columna vertebral de la economía era el trabajo agrícola, basado en un sistema intensivo de agricultura de regadío. El mismo se relacionaba con otras esferas de la economía, como el transporte, el comercio incipiente (intercambio con otras culturas), y los progresos tecnológicos permitieron mejorarlo, por ejemplo mediante un régimen de abonos que impedía el agotamiento de los suelos, o con la construcción de importantes obras hidráulicas que permitieron controlar las posibles crecientes de lagos y ríos y distribuir en forma más racional el agua destinada a los cultivos. Un cuerpo especializado se dedicaba a proyectar y realizar dichas mejoras técnicas, así como el perfeccionamiento de las especies cultivadas (efectúan los primeros injertos de la historia de la agricultura americana). Todo ello, más el rígido y despótico sistema de trabajo ya descrito, redundó en un aumento progresivo de las cosechas y en un excedente productivo cada vez mayor. En consecuencia, debieron construir monumentales silos que contuvieran y almacenaran dicho excedente. Durante el transcurso del período clásico, en las altas culturas de América, ocurrió lo que Gordon Childe bautizó como "revolución urbana". Es decir, el nacimiento de la ciudad propramente dicha, con las estructuras y funciones que la caracterizan. La aparición de una nueva población urbana que no contribuye a la producción de alimentos, exige de los agricultores una producción cada vez mayor. La forman sectores surgidos de una creciente división y subdivisión del trabajo, como ser sacerdotes especializados para diferentes tareas, variedad de artesanos funcionarios administrativos y comerciantes. Su presencia redunda en la secularización de sus tareas, en un incremento de la población no agrícola y  en una alta estratificación social.
La especialización artesanal coincide con su más alto grado de calidad, producen piezas a las que justamente podemos catalogar de “artísticas" en el sentido actual del término. Su valor estético y su perfección técnica son los mayores de toda la producción precolombina, no superada en períodos posteriores.
Así lo prueban gran cantidad de cerámicas, objetos suntuarios, esculturas, pinturas, arquitectura monumental, tejidos, etc., obra de equipos cada vez más especializados, incluso dentro de cada variedad artesanal.
El crecimiento demográfico fuerza, como ya dijimos, la urbanización planificada. El centro ceremonial se transforma en centro manufacturero y residencia del aparato estatal. Inmediatamente después del área ceremonial, construyen la zona residencial, al mismo tiempo que ciertos servicios indispensables: sistema de drenaje, abastecimiento de agua para uso doméstico, etc. Por otra parte, cuenta con el aporte de la producción de varios otros pequeños centros ceremoniales subsidiarios, que le piden a cambio su aval y su protección.
Para conseguir la integración social, política y cultural de estas complejas sociedades formadas por estratos tan disímiles, la clase dirigente recurre a las viejas tradiciones religiosas unificadoras. 
La religión se institucionaliza oficializando ciertas creencias tradicionales y pasa a ser el principal instrumento del ordenamiento social.
Se encarga de codificar el conocimiento de lo sobrenatural, que se convierte en un saber especializado y reservado a una casta sacerdotal o cuerpo de eruditos. El Sumo Sacerdote reemplaza al shaman del período preclásico y, en conjunto, se hacen cargo de diversas actividades: culturales, administrativas, artísticas, intelectuales. 

Por ejemplo, estudios astronómicos, creación del calendario y de la escritura, recopilación de textos legales, religiosos y literarios, organización de construcciones religiosas y públicas y de su mantenimiento, dirección de los trabajos artesanales y de las tareas agrícolas, organización de las masas agrícoas desarraigadas de su lugar de origen para su aprovechamiento en la arquitectura monumental o debido a su habilidad artesanal.

Por lo tanto, las sociedades del período clásico altamente tecnificadas y rigurosamente estratificadas, cuyos miembros tienden a una especialización cada vez mayor, tuvieron gobiernos muy centralizados, omnímodos y omnipotentes, ya que sus dirigentes sintetizaban poderes divinos y terrenales. Ellas produjeron un arte de gran elaboración intelectual, incluso hermético, en muchos aspectos nunca superado en América y modelo de referencia todavía para artistas y movimientos estéticos contemporáneos, que hallan allí su fuente inspiradora.


Mayas: Las artes
El arte maya clásico (200 a 900 d.C.) es apreciado por su excelente manufactura. Los tallados y relieves en estuco de Palenque y el estatuario de Copán son especialmente finos, muestran una gracia y observación precisa de la forma humana que recordó a los primeros arqueólogos las formas de la civilización clásica del Viejo Mundo —de allí el nombre dado a esta época de la historia mesoamericana. Las Estelas más grandes y finas se encuentran en Quiriguá. La mayor parte de las piezas que han sobrevivido son órdenes de alfarería funeraria y de cerámica de uso cotidiano y ritual. Los Murales más antiguos y mejor conservados son los de San Bartolo, en Petén. En Bonampak fueron descubiertos murales antiguos que sobrevivieron por un afortunado accidente que los conservó hasta el día de hoy (aunque poco a poco se deterioran por el turismo en la región). En la actualidad sobrevive una obra de teatro, el Rabinal Achí.
Arquitectura
Durante esta época de la cultura maya, los centros del poder religioso, comercial y burocrático crecieron para convertirse en increíbles ciudades como la preclásica El Mirador, la mayor del clásico Tikal y las post clásicas Chichén Itzá y Uxmal. Debido a sus muchas semejanzas, así como a sus diferencias estilísticas, los restos de la arquitectura maya son una clave importante para entender la evolución de su antigua civilización.
Diseño urbano
Mientras las ciudades mayas se dispersaban por la diversa geografía de Yucatán y Guatemala, el efecto de la planeación parecía ser mínimo; sus ciudades fueron construidas de una manera orgánica (aparentemente descuidada), adaptándose a la topografía de cada ubicación en particular. La arquitectura maya, como la del resto de Mesoamérica, tendía a integrar un alto grado de características naturales. Por ejemplo, algunas ciudades existentes en las planicies de piedra caliza en el norte de Yucatán se convirtieron en poblaciones muy extensas, mientras que otras construidas en las colinas del río Usumacinta utilizaron los altillos naturales de la topografía para elevar sus torres y templos a grandes alturas. Aun así prevalecía algún orden, requerido por cualquier ciudad de grandes dimensiones. Un elemento básico lo eran las cuevas ya sea naturales o artificiales, así como las pirámides que hacían las veces del inframundo Xibalbá y el contacto con los dioses del supramundo. Esto es muy notorio en una ciudad como Cancuén, la cual carece de pirámides importantes, pero tiene el Palacio más grande de los Mayas, la ciudad está rodeada de montañas naturales witz con cuevas, por lo que no tuvieron que construirlas. Al comienzo de la construcción a gran escala, generalmente se establecía un eje predeterminado en congruencia con ciertos puntos notables de observación astronómica y dependiendo de la ubicación y la disponibilidad de recursos naturales (pozos o cenotes). La ciudad crecía conectando grandes plazas con las numerosas plataformas que formaban los cimientos de casi todos los edificios mayas, por medio de calzadas sacbeob. Las principales ciudades mayas como El Mirador y Tikal fueron más grandes que las del centro de México o el valle de Oaxaca.
En el corazón de las ciudades mayas existían grandes plazas rodeadas por sus edificios gubernamentales y religiosos más preciados, como la acrópolis real, grandes templos de pirámides, y ocasionalmente canchas de juego de pelota. Inmediatamente afuera de este centro de rituales estaban las estructuras de los menos nobles, templos más pequeños, y santuarios individuales. Esencialmente, mientras menos sagrada e importante era una construcción, mayor era el grado de privacidad. Mientras se añadían más estructuras, y las existentes se reconstruían o remodelaban, las grandes ciudades mayas parecían tomar una identidad casi aleatoria que contrasta profundamente con otras grandes ciudades mesoamericanas, como Teotihuacan y su construcción rigurosamente regida por dos ejes perpendiculares. Aun así, aunque la ciudad se disponía de la forma en que la naturaleza dictara, se ponía cuidadosa atención en la orientación direccional de los templos y observatorios para que fueran construidos de acuerdo a la interpretación maya de las órbitas de las estrellas. Afuera del centro urbano constantemente en evolución, estaban los hogares menos permanentes y más modestos de la gente común.
El diseño urbano maya podría describirse fácilmente como la división del espacio en grandes monumentos y calzadas. En este caso, las plazas públicas al aire libre eran los lugares de reunión para las personas, así como el enfoque del diseño urbano, mientras que el espacio interior era completamente secundario. Sólo en el Posclásico Tardío las grandes ciudades mayas se convirtieron en fortalezas que carecían, en su mayor parte, de las grandes y numerosas plazas del clásico.
Materiales de construcción
Un aspecto sorprendente de las grandes estructuras mayas es su carencia de muchas tecnologías avanzadas que podrían parecer necesarias para tales construcciones. Careciendo de herramientas de metal, poleas, e incluso la rueda, la arquitectura maya requería una cosa en abundancia: fuerza humana. Los materiales restantes parecen haber estado fácilmente disponibles. Toda la piedra para las estructuras mayas parece haber sido tomada de canteras locales; con frecuencia era piedra caliza que, recientemente extraída, permanecía suficientemente blanda como para ser trabajada con herramientas de piedra, y sólo se endurecía pasado un tiempo, al perder su humedad natural. Además del uso estructural de la piedra caliza, utilizaban piedra caliza aplastada, quemada y batida que poseía propiedades similares al cemento, y era usado ampliamente tanto para acabados de repello, como para unir piedras; sin embargo, futuras mejoras en sus técnicas de extracción de piedra redujeron la necesidad de este acabado de piedra caliza, ya que sus piedras comenzaron a encajar casi perfectamente, aun así, permaneció como un elemento crucial en algunos techos adintelados (de columnas y vigas). En el caso de las casas comunes, los materiales más utilizados eran los postes de madera, caña, adobes, y paja; sin embargo, también se han descubierto lo que parece ser casas comunes de piedra caliza. También debe notarse que en la ciudad de Comalcalco, se ha encontrado ladrillos de barro cocido como sustituto de las piedras, debido a la falta de piedra en su entorno.
Proceso de construcción
Toda la evidencia parece sugerir que la mayoría de edificios se construyeron sobre una plataforma pétrea que variaba en altura, de menos de un metro, en el caso de terrazas y estructuras menores, a 45 metros en el caso de los grandes templos y pirámides. Un tramo de empinados escalones de piedra partía las grandes plataformas escalonadas en al menos uno de los lados, contribuyendo a la común apariencia disimétrica de la arquitectura maya. Dependiendo de las tendencias estilísticas prevalecientes del área, estas plataformas eran construidas de un corte y un exterior de estuco relleno de gravilla densamente compactada. Como en el caso de muchos otros relieves mayas, aquellos en las plataformas a menudo se relacionaban con el propósito de la estructura en la que residían. Después de que las plataformas pétreas eran completadas, las grandes residencias y templos de los mayas eran construidos encima. Mientras se construían todas las plataformas, parece haberse puesto poca atención a su funcionalidad utilitaria, y mucha a su estética exterior; sin embargo, un cierto aspecto repetido, el arco, que era utilizado a menudo para imitar la apariencia de la cabaña simple maya, aunque no era una herramienta efectiva para incrementar el espacio interior. Como requerían gruesas paredes de piedra para soportar el techo, algunos templos utilizaban arcos repetidos, o una bóveda arqueada, para construir lo que los mayas se referían como pinbal, o saunas, como los del Templo de la Cruz en Palenque. Mientras que las estructuras eran completadas, se les añadía extensivos trabajos de relieve; a menudo solamente al repello usado para alisar cualquier imperfección; sin embargo, muchos tallados en dinteles han sido descubiertos, así como tallados en piedras usadas como fachada. Comúnmente, esto se hacía en todo el derredor de una estructura entera, conteniendo una variedad de obras de arte relativas a los habitantes o al propósito del edificio. Aunque no en todas las ubicaciones mayas, también se ha descubierto un amplio uso del repello pintado.
Se ha sugerido que, junto con el calendario maya de cuenta larga, cada 52 años, o un ciclo, los templos y pirámides se remodelaban y reconstruían. Ahora parece que el proceso de reconstrucción era a menudo instigado por un nuevo gobernante o por motivos políticos, en vez de la coincidencia con el ciclo del calendario. Sin embargo, el proceso de reconstrucción encima de estructuras viejas es de hecho algo común. Más notablemente, la acrópolis norte en Tikal parece ser la suma total de 1500 años de modificaciones arquitectónicas.
Construcciones notables
Plataformas ceremoniales
Éstas eran comúnmente plataformas de piedra caliza de menos de cuatro metros de altura donde se realizaban ceremonias públicas y ritos religiosos. Construidas en la forma de plataforma de cimientos, eran a menudo realzadas con figuras talladas, y quizá tzompantli, una estaca usada para exhibir las cabezas de las víctimas.
Palacios
Grandes y a menudo muy decorados, los palacios generalmente se encontraban cerca del centro de una ciudad y hospedaban a la élite de la población. Cualquier palacio real extremamente grande, o uno que consista de varias cámaras en diferentes niveles puede ser llamado acrópolis. Sin embargo, a menudo éstos fueron una historia y consistieron de varias cámaras pequeñas y al menos un patio interior; estas estructuras parecen tomar en cuenta la funcionalidad requerida por una residencia, así como la decoración requerida por la estatura de sus habitantes. Los arqueólogos parecen estar de acuerdo en que muchos palacios son hogar de varias tumbas. En Copán, debajo de 400 años de remodelación posterior, se ha descubierto una tumba de uno de los antiguos gobernantes, y la acrópolis norte en Tikal parece haber sido el sitio de numerosos entierros durante finales del periodo preclásico y principios del clásico.
Grupos E (observatorios)
Llamado así, por el primer observatorio descubierto en el Grupo E de Uaxactún. Situada siempre en el lado occidental de la plaza hay una pirámide templo con una Estela, encarando tres templos más pequeños al otro lado de la plaza. Se ha comprobado que estos grupos E son observatorios debido al preciso posicionamiento del sol por los templos pequeños cuando se los ve desde la pirámide durante los solsticios y equinoccios, usando la Estela como referencia. Otras teorías parecen surgir de la posible historia de la creación relatada por los relieves y figuras que adornan estas estructuras.
Pirámidales y templos
Con frecuencia los templos religiosos más importantes se encontraban en la cima de las pirámides mayas, supuestamente por ser el lugar más cercano a los cielos. Mientras que descubrimientos recientes apuntan al uso extensivo de pirámides como tumbas, los templos en sí parecen raramente haber contenido entierros. La carencia de una cámara de entierros, sin embargo, permitía a los mayas sagrados el acceso, a lo sumo, a tres cuartos pequeños para ser usados para varios propósitos rituales. Situados en la cima de las pirámides, a más de 60 metros de altura, como en El Mirador, los templos eran impresionantes estructuras decoradas. Comúnmente tenían una cresta en el techo, o un gran muro superficial, estos templos pudieron haber servido como hitos propagandísticos. Como eran ocasionalmente las únicas estructuras que excedían la altura de la selva, las crestas sobre los templos eran a menudo esculpidas con representaciones de los gobernantes que podían ser vistos desde grandes distancias. Debajo de los orgullosos templos estaban las pirámides que eran, en última instancia, una serie de plataformas surcadas por empinados escalones que permitirían el acceso al templo.

Canchas de juego de pelota
Como un aspecto integral del estilo de vida mesoamericano, su juego de pelota ritual y sus canchas fueron construidos por todo el imperio maya, a gran escala. Rodeada por dos lados por rampas escalonadas que dirigían a las plataformas ceremoniales o a templos pequeños, la cancha de juego de pelota tenía una forma de I mayúscula y se encontraba en todas las ciudades mayas, excepto en las más pequeñas.
El juego de Pelota simboliza la lucha entre las fuerzas opuestas del universo, es la lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, la pelota en constante movimiento representa al movimiento de los astros y las fuerzas de la creación.

Escultura
Para los diferentes trabajos en escultura, bajorrelieves, alto relieves y estelas utilizaron madera, estuco y piedra calcárea, ocasionalmente recubierta de estuco(pasta hecha de polvo de piedra calcárea, conchas y aglutinantes vegetales) pintado de diversos colores.


Cerámica
Fue rica y variada desde vasos y platos hasta objetos para culto. En su mayoría los objetos eran pintados con motivos geometrico aunque también representaban animales y figuras geometricas.
La cerámica tiene paredes muy delgadas, formas simétricas, tintes de base caliza con paredes pulimentadas, muchos colores y excelente terminado de acuarela. Las piezas se cocían a temperaturas de hasta 800 grados en hornos abiertos. Las decoraciones incluyen textos escritos en maya con escenas de nobles, episodios militares, imágenes de gobernantes, de seres sobrenaturales, etc. Esto nos hace pensar que fueran hechas por artesanos nobles y firmadas por ellos para poder afianzar alianzas y como ajuar funerario.

Pintura
Practicaron la técnica al fresco y a veces plasmaron la perspectiva (como se observa en las pinturas de Bonampak, Chiapas, en las escenas de prisioneros de guerra martirizados), pues la mayor parte de las veces pintaron personajes de lado. Los personajes pequeños son representaciones de personas alejadas, de menor rango social o esclavos. Había varias capas de estuco con murales que no necesariamente repiten la decoración. También aparecen manos en positivo o negativo sobre los muros de los edificios de desconocido significado. Los tonos preferidos son los rojos y los azules.


Arte con plumas
Fue una manifestación artística muy apreciada en la cual utilizaban, sobre todo, las plumas de quetzal, para la elaboración de penachos y otros adornos.


Sistema de Escritura
El sistema de escritura maya (a menudo llamada jeroglífica por un vago parecido superficial con la escritura del Antiguo Egipto, con la que no se relaciona) era una combinación de símbolos fonéticos e ideogramas, en realidad la estructura pictográfica es más parecida al chino, donde los ideogramas pueden anidarse para formar conceptos más complejos, a la vez que funcionar sólo como representaciones fonéticas. El desciframiento de la escritura maya ha sido un largo y laborioso proceso. Algunas partes de ésta fueron descifradas a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX (en su mayoría partes relacionadas con números, el calendario, y astronomía), pero los mayores avances se hicieron en las décadas de 1960 y 1970, y se aceleraron de allí en adelante, de manera que ahora la mayoría de textos mayas pueden ser leídos casi completamente en sus idiomas originales. Desafortunadamente los sacerdotes españoles, celosos, ordenaron la quema de todos los libros mayas poco después de la conquista. El hecho fue un gran golpe a la conservación del conocimiento de la antigua escritura maya. Aunque muchas inscripciones en piedra aún sobreviven (la mayoría de ciudades que ya estaban abandonadas cuando llegaron los españoles), sólo tres libros y algunas páginas de un cuarto sobreviven de las antiguas bibliotecas. Terrones rectangulares de yeso son un descubrimiento frecuente en la arqueología maya; parecen ser restos de lo que una vez fueron libros, después de que todo el material orgánico se pudrió.

Matemáticas
Al igual que otras civilizaciones mesoamericanas, los mayas utilizaban un sistema de numeración de base veinte (vigesimal) y de base cinco. También los mayas preclásicos (o sus predecesores olmecas) desarrollaron independientemente el concepto de cero alrededor del año 36 adC (Este es el primer uso documentado de un cero como lo conocemos hoy en día, aunque los babilonios mucho antes habían desarrollado un parámetro de sustitución-0 que sólo se utilizaba entre otros dígitos), vale decir que parecen haber estado usando el concepto de cero siglos antes que en el viejo mundo, y las inscripciones los muestran en ocasiones trabajando con sumas de hasta cientos de millones y fechas tan extensas que tomaba varias líneas el poder representarlas. Produjeron observaciones astronómicas extremadamente precisas, sus diagramas de los movimientos de la Luna y los planetas son iguales o superiores a los de cualquier otra civilización trabajando a simple vista.
Así mismo, como otras civilizaciones mesoamericanas, los mayas descubrieron una medida exacta de la duración del año solar, mucho más exacta que la usada en Europa con el calendario gregoriano. Sin embargo, no usaron este modelo de duración en su calendario. En cambio, el calendario maya se basó en un año de duración exacta de 365 días, lo cual significa que el calendario tiene un error de un día cada cuatro años.